Los despiadados cazadores pagan miles de dólares para matar a sangre fría a los ejemplares más grandes y fuertes de la especie. Sin esos genes, y sumando al calentamiento global, la especie podría desaparecer en menos de 50 años.
Ole Liodden conoce a los osos polares mejor que nadie. El fotógrafo de vida salvaje ha pasado su vida documentando la lucha por la supervivencia de estos espectaculares animales, sus desesperadas búsquedas de comida, su lucha contra las altas temperaturas.
El hombre ha sido testigo de cómo el cambio climático producido por nuestra irresponsabilidad está haciendo desaparecer a estos espectaculares animales. El hielo se derrite, las focas y otras especies que sirven de alimento para ellos se van a otros lugares y ellos se quedan en tierra, muriendo de hambre.
Según el Fondo Mundial para la Naturaleza, quedan entre 20,000 y 25,000 osos polares en la naturaleza. Pero ese número podría reducirse en dos tercios a mediados de siglo si el Ártico continúa calentándose, y son «vulnerables» en la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.
A pesar de todo lo anterior, estas terribles cifras parecen no afectar a algunas personas que aún pagan miles de dólares para viajar y cazar a los pocos ejemplares que quedan, agudizando aún más la crisis. Esto, según Liodden, tiene que terminar.
Los llamadas cazadores de trofeos son personas adineradas que pagan miles de dólares a empresas especializadas para viajar a lugares exóticos y matar a los animales más raros del mundo, llevar sus cabezas y pieles para usar de decoración en sus casas y sacarse horribles fotos como pruebas de su supuesta «hazaña».
Y esta actividad ha jugado un papel fundamental en la extinción de los osos polares. Desde 1960 a la fecha, los cazadores han matado a más de 50 mil ejemplares de osos polares, más del doble de los que hoy sobreviven en la naturaleza. Entre 2007 al 2016, 9 mil osos murieron a manos de estos asesinos. Si la tendencia sigue, esta especie podría desaparecer en pocos años.
Liodenn, testigo de la lucha diaria de estos animales por no extinguirse, lleva 4 años documentando la lucha de los osos polares y ahora pide desesperado que se termine con esta práctica que amenaza con terminar con esta especie para siempre.
“El oso polar es una de las especies más exclusivas para los cazadores de trofeos. Pero es la especie de mamífero menos adecuada para ser cazado debido a la baja supervivencia de los cachorros, la baja tasa de reproducción y el cambio climático», dijo el fotógrafo al portal de noticias Mirror.
«Aunque un clima más cálido puede determinar en gran medida la distribución futura de los osos polares, la gran mayoría de las reducciones de población en los últimos 30 años son atribuibles a la caza insostenible», agregó.
Pero a pesar de eso, la cruel industria de la caza de trofeos mantiene la oferta de matar osos polares como una de sus principales atracciones y son las personas más adineradas, como el hijo del presidente de Estados unidos, Donald Trump Jr., las que siguen disfrutando de esta cruel práctica.
Estos viajes, que pueden costar cerca de 30 mil dólares por 12 días de «aventura», cuentan con servio de fotógrafos y taxidermista para remover las pieles de los animales asesinados que luego se pueden vender hasta por 200 mil dólares. Y si bien estas personas disfrutan de esta actividad, esta podría ser él último clavo en el ataúd de toda la especie.
«Los cazadores apuntan a los machos más sanos y fuertes, lo que deja que solo los individuos más débiles transmitan sus genes. Tenemos que detener la caza de trofeos y el comercio comercial de pieles. Es la única forma en que los osos polares tienen una posibilidad de supervivencia», dijo Liodden.
La caza de osos polares se hizo popular en la década de 1950 y fue prohibida por la gran mayoría de los países con acceso al círculo polar ártico hace años. Actualmente, Canadá es el único país donde matar estos animales es legal.
Los osos polares, así como otras especies exóticas del mundo, están luchando activamente contra un ambiente cada vez más hostil para ellos para poder sobrevivir y no desaparecer.
La caza de estos animales es una práctica cruel e innecesaria que contribuye con al extinción de las especies que necesitan más protección. Este «deporte» tiene que terminar.
Fuente: http://www.upsocl.com/
Que crueldad. Y que ignorancia.podran tener mucho dinero pero su ignorancia sobresale. Es increíble que sientan que asesinando a un animal van a ser mas. Es triste muy triste lo que hace la avaricia. Acabar con seres tan maravillosos e indefensos. Se me hace un nudo en la garganta del dolor rabia e impotencia. Lo que esa partida de imbéciles no saben es que en esta vida todo se devuelve. Ahí están cavando su propio destino que no ha de ser muy bueno… Claro!! Cómo la maldita corrupción y el estúpido dinero mueven montañas de imbéciles no habrá ninguna ley que permita terminar con esta infamia. Y si la hay pues que carajos.. cómo hay plata pues que importa. Es muy muy triste . Humanidad de mierda.
Los comentarios están cerrados.