Amou Haji, era un ermitaño de origen iraní que llegó a ser apodado el «hombre más sucio del mundo», esto por no ducharse por más de medio siglo.
Con 94 años, el señor falleció en la aldea de Dejgah, en la provincia sureña de Fars en Irán.
Por gran parte de su vida, el hombre se la pasó cubierto de hollín y viviendo en una choza de bloques de cemento.
De acuerdo, a los medios locales, no se bañó con agua ni jabón por más de 60 años.
Algunas personas vecinas de la aldea comentaron que el señor no tuvo una juventud fácil y que fue por eso que decidió lavarse.
El Tehran Times informó hace un par de años que Haji solía comer «roadkill», es decir, animales golpeados por vehículos y encontrados a lo largo de las carreteras y cocinados para consumo, todo esto debido a que se negaba a consumir alimentos frescos.
También fumaba una pipa de excrementos de animales y tenía la idea de que estar limpio tarde o temprano lo iba a enfermar.
Su inusual estilo de vida atraía la curiosidad de miles de turistas que viajaban desde diferentes partes del mundo solo para visitarlo y verlo.
De hecho, en 2013, se filmó un documental sobre su vida llamado «La extraña vida de Amou Haji».
Aunque no tenía ninguna clase hábitos higiénicos, unos especialistas británicos le realizaron pruebas médicas antes de morir y concluyeron que a pesar de todo, Haji gozaba de buena salud y tenía un sistema inmunológico fuerte.
Después de tantos años viviendo en el mismo lugar, los aldeanos respetaban la decisión del hombre, no podían evitar preocuparse por él, por ello, en alguna ocasión lo llevaron a las orillas de un río para que se bañara pero no funcionó.
Finalmente y poco antes de fallecer, intentaron persuadirlo para que se bañara por primera vez, lo cual lograron.
Sin embargo, no se dieron a conocer más detalles sobre la causa real de su muert3 y en ningún momento se aclaró si eso tuvo algo que ver, pero en las redes sociales comenzaron a comentar que lo más probable es que esa única vez que se limpió después de tantos años fue la principal culpable.