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Madre se abrazó con su hijo adoptado luego de ser separados por orden judicial.

“Ha llegado el día que tanto esperábamos. Tú nos cambiaste la vida y hoy más que nunca puedo decir que eres mi hijo”, dijo Gabriela Arandela.

No hay nada más duro que la separación en la familia, sobre todo cuando se trata de pequeños muy jóvenes que deben estar lejos de sus padres. Sin embargo, es por la terrible situación que deben pasar algunos chiquillos, especialmente aquellos que tienen problemas legales de tutela.

Por otro lado, aquellos padres que deben ser alejados de sus niños, cuando están en proceso de adopción, por cuestiones de trámites también sufrirán un inmenso dolor. Eso fue lo que vivió la empresaria brasileña y personalidad de internet, Gabriela Arandela, quien fue obligada a devolver a su hijo adoptado debido a una decisión judicial.

Según reseñó el medio local Jornal Jangadeiro, Arandela y su esposo, Thallys Lima, tuvieron que acatar la orden de regresar al bebé de 4 meses con quien vivieron varias semanas, debido a un error del albergue de donde provenía el niño.

Sin embargo, la pareja no se rindió y dio toda la lucha legal necesaria para que Santiago volviera a casa con ellos. Todo comenzó en diciembre de 2020, cuando el caso se volvió ampliamente conocido en Brasil, debido a que los esposos no habían recibido su certificado del curso preparatorio para parejas en espera de adopción, a pesar de haberlo hecho.

Fue ahora en 2022 cuando el niño regresó a casa con ellos, después de una larga batalla legal que los padres consideraron injusta. Incluso ya con Santiago de regreso en su hogar, la madre evitó compartir fotografías de su rostro para estropear el proceso. Cuando ya finalmente le entregaron el acta de nacimiento, no dudó en compartir la noticia en su cuenta en Instagram y celebrarlo. Ya era legalmente su hijo.

“Ha llegado el día que tanto esperábamos. Tú nos cambiaste la vida y hoy más que nunca puedo decir que eres mi hijo“, dijo en un video. En otra publicación agregó: “¡Gratitud, ese es el sentimiento! ¡Gracias a Dios ya todos los que participaron en esta feliz historia!”.