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¡Arriésgate! Viajar sola te convertirá en una mujer sabia…

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Viajar sola puede convertirse en una de las experiencias más enriquecedoras de tu vida, así que vale la pena intentarlo

La sabiduría es algo que se adquiere con los años, sin embargo algunas experiencias pueden acelerarlo, como por ejemplo, despertar en un lugar desconocido, sin una agenda determinada más que explorar cada nuevo rincón del lugar donde te encuentras es una experiencia que merece la pena vivir, a pesar de que pueda resultar algo intimidante.

Si eres de esas personas que les encanta la aventura, seguramente la pasión por los viajes y la constante inquietud por lo desconocido es algo que marca tu forma de ser. Pues esta experiencia te permite crear un vínculo inigualable con el planeta donde vives.

Puede que viajar en grupo resulte divertido y también bastante predecible. En cambio, viajar sola, te permite improvisar y moverte a donde quieras sin que otro se oponga. Además al estar solo contigo te conoces mucho más y la necesidad de supervivencia y felicidad fluyen como nunca antes.

Viajar sola te da claridad

Cuando viajas sola puedes tener tu propio ritmo. Haces tus planes y dictas tu propio horario. Al no tener nadie cuidando tu espalda te haces más consciente y responsable de tus actos. A partir de ese momento tus instintos se convierten en tu guía y tus mejores amigos. Las personas al estar solas son más perceptivas ya que activan su mecanismo de supervivencia.

Cuando viajas sola eres capaz de asimilar y contemplas los paisajes mucho más de que lo podrías hacerlo si viajas acompañado. Tus sentidos se activarán, por lo tanto sentirás y aprenderás mucho más de lo que podrías hacerlo acompañado.

Reduce el estrés y aumenta la consciencia

Es probable que si te encuentras en un lugar donde nadie habla tu lengua nativa y la comunicación resulta difícil, llegues a sentirte un poco sola. Pero gracias a esto entenderás la distinción entre estar y sentirte sola. La soledad y el aislamiento son conceptos distintos. Aunque podamos creerlo, nunca estamos verdaderamente solos, pero es difícil reconocerlo si no tenemos tiempo para reflexionar sobre su diferencia.

Recuerda que la vida está llena de distracciones por lo que resulta difícil vivir el momento. Así que es necesario tomar tiempo para sentarnos con nuestro pensamiento y procesarlo todo. La reflexión es una parte importante para la salud mental y ésta se desarrolla mejor al estar solos.

La consciencia que se adquiere con esta forma de viajar, combinada con la emoción de nuevas experiencias, hará que tu mente se mantenga en el presente. Al mismo tiempo estarás dejando a un lado el pasado, el dolor y las lamentaciones que a menudo vienen cuando la mente se queda estancada que las cosas que ya pasaron. Por lo tanto viajar en solitario te ayudará a liberar tu mente y te enseñará a estar agradecida por cada respiración.

Para auto-descubrirte necesitas explorarte

Lo mejor de viajar solo es la capacidad que desarrollas para descubrir el mundo, encontrándote con tu verdadero yo. Las limitantes se vuelven impulso e inspiración y expanden tus horizontes ampliando tu zona de confort. Cuando viajas con los demás te aferras a lo familiar, pero durante las excursiones en solitario no tienes más remedio que aventurarte en un territorio desconocido tanto física como mentalmente. Una experiencia que sin duda alguna te hará más sabia.

Fuente: https://www.i24mujer.com