Saltar al contenido

Me amo, a partir de ahí todo es mas fácil en la vida

  • por

Solo hay un amor que es para siempre, un amor que nunca te falla: el amor propio. La falta de amor propio es nuestro peor enemigo. Conocernos, aceptarnos y querernos hará que vivamos cómodos en nuestra vida, es que nos ha tocado o que hemos elegido y que estemos cada día más cerca de alcanzar la felicidad. Si cuando te miras al espejo no te reconoces o no estás a gusto contigo mismo, te enseñamos a través de este artículo, 12 pasos para quererte más y tener una buena autoestima. 

1. Atrévete a ser tu misma

Quiérete y muéstrate al mundo tal y como eres. Quererse a uno mismo significa comportarte con naturalidad en cada ámbito de tu vida, sea cual sea el mundo o el espacio en el que te mueves. Si estás a gusto contigo, el mundo lo notará. Crearás mejores relaciones sociales con el resto de la humanidad, te enfocarás mejor hacia tus objetivos personales, afrontarás de la mejor manera la realidad y el hoy, el presente, por muchos obstáculos, dificultades o controversias que se te presenten. Ser uno mismo siempre es la mejor decisión para conectar, sobre todo, contigo.

2. Perdónate

Todo el mundo comete errores alguna vez en su vida, ¿acaso tú eres diferente? Eres humano como todos, así que te equivocarás, una y mil veces. Aprender a perdonar a uno mismo los errores que se puedan cometer a lo largo de nuestra vida te ayudarán a crecer mucho como persona. Equivocarse es de sabios, o eso nos han dicho toda la vida, así que tómatelo como un aprendizaje por el que debes pasar y no pienses que por cometer fallos eres peor persona, simplemente eres humano y debes evitar volver a tropezar con la misma piedra.

3. Piensa en el presente para avanzar hacia el futuro

Organizar el día a día no siempre es tarea fácil y más cuando hablamos de cosas o decisiones que pueden afectar a nuestro futuro. No hablamos de qué hacer hoy para comer, sino de si he de aceptar ese trabajo o no, mudarme a aquella ciudad o quedarme aquí, etc. Plantearse el presente y aspirar a algo mejor, o simplemente diferente en nuestra vida, no debe causarnos malestar, sino todo lo contrario, alegría por cambios que pueden ser positivos en nuestra vida. Rompe con las creencias de que los cambios no son buenos, porque, en la mayoría de casos, serán para tu mejor bienestar.

4. Toma conciencia de tus pensamientos diarios

Saber hablar con uno mismo y hacer introspecciones de vez en cuando, nos ayudará a tomar conciencia de nuestros pensamientos diarios e interpretar cada situación o vivencia de la mejor manera posible. A lo largo del día nos encontramos con multitud de emociones tanto positivas, negativas y neutrales. Saber identificarlas y reemplazar las negativas por pensamientos constructivos es algo que debemos aprender a realizar de manera autónoma para no caer en depresión, ansiedad o malos pensamientos que no nos conducen a nada.

5. Pierde tus miedos

Vivir angustiado o con miedos continuamente nos hacen estar tensos con nosotros mismos y con el resto de la gente que tenemos a nuestro alrededor. El miedo al fracaso es uno de las mayores barreras que tiene el ser humano. Equivocarse no es fracasar, es aprender. Tenemos que liberarnos de esas ataduras que nos produce errar para desarrollar nuestras habilidades, aptitudes y capacidades y crecer como personas hacia el camino correcto. Conócete a ti mismo y conoce tus límites, es la mejor manera para aceptar los fracasos de una manera positiva.

6. Empatiza y reconcíliate contigo mismo

Normalmente solemos ser bastante críticos y exigentes con nosotros mismos. Y aunque no está del todo mal si se hace bien y de una manera constructiva, casi siempre es peor el remedio que la enfermedad. Si este paso no lo hacemos de una manera adecuada, solo conseguiremos hundirnos más y no avanzar en ningún plano de nuestra vida. Cuando pensamos en nosotros, hay que hacerlo de una manera cariñosa, dulce y tranquila. Intenta describirte como si fueras una persona que te conoce y está delante de ti en estos momentos. Se que no es fácil, describirse a uno mismo siempre es tarea difícil. Pero con ello conseguirás darte cuenta de cómo eres y de empezar a tratarte como mereces, con amabilidad, respeto y amor.

7. Tu vida es tuya y de nadie más

Muchas veces cometemos el fallo de “darle” nuestra vida a otra persona. O incluso de no darle a nuestra vida la importancia que merece. La única persona que nunca te va a fallar eres tú mismo. Abre tu mente y libera los posibles condicionamientos que tengas y las expectativas que los demás ponen sobre nosotros mismos. Tú eres quién ha de poner expectativas sobre tu vida, objetivos, metas que solo tú vas a cumplir. No vivas intentando agradar a los demás, tienes que gustarte a ti. Al fin y al cabo con quien vas a estar más tiempo es contigo mismo.

8. No te pases el día quejándote

Quejarse por todo solo es una pérdida de tiempo. Si algo no te gusta, ¡cámbialo!Propón soluciones, piensa, busca, actúa. Pero quejarse mientras se está sentado en el sofá, es lo que hace mucha gente y lo que no sirve de nada. Aprende a disfrutar de las cosas más banales e insignificantes del día a día. Si algo malo te ocurre un día, no por ello todo el día es un desastre, es simplemente un momento del día, un rato, unos minutos. No metas en el mismo saco las 24 horas del día. Aprende a diferenciar y a ver lo positivo, el resto y pasar página o mejorar eso “malo” que te ha pasado.

9. Desarrolla tu potencial, tus aptitudes

No todos somos buenos en lo mismo pero sí todos somos buenos en algo. Descúbrelo y poténcialo. En vez de quejarte de que no eres bueno en esto, que no sabes hacer aquello, busca en tu interior lo que sí sabes hacer y mejóralo. Deja que los demás y tú mismo veas que eres capaz de muchas cosas. Y piensa que en aquello que tú eres bueno, mucha gente no lo es. El mundo es una complementación de cosas y personas, si todos fuéramos iguales, esto sería muy aburrido. Saca toda esa creatividad que llevas dentro y toma conciencia del potencial que tienes.

10. Quien no arriesga no gana

Este refrán que hemos escuchado tantas veces es una clara idea de lo que hemos de hacer. Ligado con perder tus miedos, para ganar hay que arriesgar. Arriesgar no es sinónimo de perder. Unas veces se pierde y otras se gana, pero si no arriesgas, jamás ganarás y por ende nunca llegarás a desarrollarte por completo como persona. Mucha gente vive frustrada y aburrida por el miedo al cambio, por el miedo a arriesgarse y fallar o por el qué dirán.. Olvida todo eso y lucha por lo que quieres. Arriesga en el plano personal, en el laboral, en el amoroso, ¡en cualquiera!. Verás que cuando ganes, la satisfacción será multiplicada por 100 puesto que te habrás liberado de todos esos miedos que te ataban y que no te dejaban actuar como tú querías.

11. Nunca te exijas más de la cuenta

Si conoces tus límites, sabrás hasta dónde eres capaz de llegar. Cuando no nos conocemos a nosotros mismos, ni tenemos amor propio, exigirnos más de la cuenta puede acabar en una caída detrás de otra. Tendemos a querer la vida de los demás, porque no estamos contentos con nosotros mismos, porque nuestra autoestima es baja, nos volvemos extremistas cambiando nuestra paleta de colores por simplemente, blanco y negro. Y el mundo es colorido, hay mil opciones y muchos caminos para conseguir lo mismo. No te estanques en uno solo.

12. No te victimices nunca

Fallar es aprender, como hemos dicho anteriormente. No puedes sentir pena de ti mismo, no puedes ser duro contigo mismo, hay que ser amable y tratarte con cariño. No te resignes si algo no sale como esperabas, si tiene que salir, saldrá, antes o después. Seguramente existan más oportunidades o más opciones para hacer las cosas de modo diferente. Si pierdes el tiempo en sentir lástima por ti, estarás perdiendo el tiempo para lograr lo que quieres, sentirte más eficaz y satisfecho con tu vida y sobre todo, contigo mismo.

La vida pasa rápido y no podemos perder el tiempo en cosas que no nos llevan a ningún lado. Quiérete y el camino aparecerá.

Fuente: Enamorándome / https://gutenberg.rocks