Puede que no tenga vida como tú o yo, pero el mar se da cuenta cuando ha sido maltratado.
Las generaciones futuras de seres humanos van a estar bastante molestas con nosotros. No solo en el sentido en que las generaciones más jóvenes siempre llegan en un momento a reprochar a las que vinieron antes que ellas, porque esta vez tendrán razones concretas para castigarnos por cómo vivimos el presenta a costa del futuro. Desde la mitad del siglo pasado, las personas comenzamos un proceso de cambio muy drástico: conquistamos los mares, los cielos y las fronteras de la creatividad. Pasamos de mandarnos cartas que se demoraban meses a enviarnos mensajes instantáneos de un lado del planeta al otro en cosa de segundos, y de caminar o ir en caballo hacia donde nos era necesario, a transportarnos en máquinas de acero a base de combustible.
Es innegable que nuestras vidas mejoraron mucho, pero también hay que admitir que fuimos ciegos ante los costos de esta vida. Los gases que estábamos arrojando a la atmósfera era mucho más tóxicos de lo que creíamos, a la vez que los envases que desechábamos para no verlos nunca más, no se irían a ningún lado. Así es como hemos llegado a contaminar lugares tan inesperados como el mismísimo océano, el que hace poco dio una de las imágenes más deprimentes que hemos visto.
La imagen fue grabada en una playa de Sudáfrica. Aunque esa nación aun no puede con el orgullo de ser el lugar de nacimiento de la actual Miss Universo, este día tuvo que cambiar su sonrisa por una mueca de preocupación y desamparo. Qué otra reacción se puede esperar cuando se ve una ola de botellas plásticas y basura caer sobre la arena.
La organización The Litterboom Project compartió esta imagen, con el fin de generar consciencia sobre la manera en la que nuestra basura siempre va a parar a algún lugar. No se trata simplemente de que si ya no está a la vista, ya no existe. Nuestra basura puede ser el terror de una especie submarina, así como la pesadilla de quienes viven en lugares menos favorecidos del planeta.
El tema de la contaminación mundial es algo de lo que nadie puede hacerse a un lado. Si te sientes incapaz de conseguir que tus líderes se tomen el tema más en serio, puedes partir por preocuparte de reciclar tu propia basura. Todos los aportes sirven para aliviar el dolor de nuestro mundo. Todos.
Fuente: http://www.upsocl.com/