La levantadora de pesas, Laurel Hubbard, será la primera atleta trans en los Juegos Olímpicos y sus rivales critican la decisión de dejarla competir. “La biología en el deporte es importante”, expresaron las atletas.
EL mundo del deporte se ha visto envuelto en la polémica en estas últimas semanas, pues desde que en Estados Unidos se ha aprobado en muchos estados la prohibición de que chicas transgénero compitan en eventos deportivos, el mundo entero ha puesto especial ojo a esta medida. Algunos la apoyan y otros la acusan de pura discriminación hacía la comunidad LGBTQ+.
Ante este hecho, el Comité Olímpico de Nueva Zelanda anunció que la levantadora de pesas, Laurel Hubbard, se convertirá en la primera atleta transgénero en competir en los Juegos Olímpicos a realizarse en Tokio. Una decisión que alimenta el debate sobre la equidad en el deporte y la inclusión.
Si bien por su parte, Hubbard de 43 años agradece haber sido seleccionada por su país, asegurando que ha sido un largo viaje para llegar a ese punto, su celebración se ha visto opacada por el rechazo de atletas internacionales y profesionales de la salud, quienes opinan que no puede competir contra mujeres biológicas.
Alegando “una ventaja injusta”, la primera en dar su opinión fue la nadadora olímpica británica Sharron Davies, quien a través de su cuenta de Twitter decidió explayarse sobre la decisión de incluir a Hubbard en la competencia.
“Tenemos una competencia separada de hombres y mujeres [por una] GRAN razón, la biología en el deporte es importante. Las categorías separadas brindan a las mujeres las mismas oportunidades de éxito deportivo, la edad promedio de una levantadora de peso olímpica es 23. Laurel Hubbard tiene 43 años. ¡30% de ventaja injusta! Sexo, no género [para] Deporte”.
—escribió Sharron Davies en Twitter—.
Por otro lado, la levantadora de pesas belga Anna Van Bellinghen—quien probablemente competirá contra Hubbard— dijo que permitir que compita en un evento femenino de los Juegos Olímpicos de Tokio es injusto y una situación tomada “como una broma de mal gusto”.
“Cualquiera que haya entrenado levantamiento de pesas a un alto nivel sabe que esto es cierto en sus huesos: esta situación en particular es injusta para el deporte y para los atletas”, dijo Van Bellinghen. “Algunos atletas pierden oportunidades que cambian la vida (medallas y calificaciones olímpicas) y nosotros somos impotentes. Por supuesto, este debate tiene lugar en un contexto más amplio de discriminación contra las personas transgénero y es por eso que la pregunta nunca está libre de ideología”, concluyó.
Hace un mes, la ex compañera de equipo de Hubbard, Tracey Lambrechs, dijo que se estaban ignorando las preocupaciones de las levantadoras de pesas nacidas como mujeres:
“He tenido levantadores de pesas femeninas que se me acercan y me dicen ‘Esto no es justo, ¿qué podemos hacer?’. Desafortunadamente, no hay nada que podamos hacer porque cada vez que lo expresamos (preocupaciones) nos dicen que nos callemos”.
—declaró Tracey Lambrechs a la emisora TVNZ—.
Beth Stelzer, una levantadora de pesas amateur en Minnesota, Estados Unidos y quien creó la organización benéfica Save Women’s Sport, dijo que la medida para permitir que Hubbard compita en la categoría de levantamiento de pesas de mujeres era “vergonzosa”.
“Lo que están haciendo los Juegos Olímpicos al permitir que los hombres compitan en la categoría femenina no solo es vergonzoso sino una burla del deporte. No podemos cambiar nuestro sexo.Un hombre no puede convertirse en mujer bajando su testosterona, las mujeres no tienen un nivel hormonal”, dijo a MailOnline.
Hasta el momento, la organización de los Juegos Olímpicos no se ha referido al tema y Lauren Hubbard sigue en el camino para competir en Tokio, deporte que lleva haciendo durante toda su vida: primero como hombre y luego como mujer, tras su transición en 2013 a la edad de 35 años.
Fuente: http://www.upsocl.com/