Empezó a trabajar ahí a los 85 años y asegura que ha sido una experiencia maravillosa compartir su historia con los visitantes.
Nunca es tarde para hacer lo que quieres, lo que te gusta y lo que verdaderamente te apasiona.
Nunca es tarde para experimentar lo maravilloso de la vida y sentir que trabajas sin trabajar, porque lo que haces es lo que te apasiona.
Pues este es el caso de Betty Reid Soskin.
Para ella, todo lo que quería era ser guardabosques, y lo logró hasta los 85 años de edad, y pese a su avanzada edad, se mantuvo con el uniforme por más de una década.
Resulta que Betty está a punto de cumplir los 100 años de edad, y fue por eso que tras 15 años de servicio, decidió su retiro del Servicio de Parques Nacionales (NPS) para al fin descansar en casa.
Para el grupo de guardabosques fue un orgullo que formara parte del cuerpo en California en Estados Unidos, específicamente en el Frente Nacional de la Segunda Guerra Mundial.
De igual manera ella, que como mujer de color pudo contar su historia, y es que si bien no es historiadora, ha vivido mucho y el transmitir sus conocimientos y experiencias la llenaba de gratificación.
“Ha sido increíble ser parte de ayudar a marcar el lugar donde esa dramática trayectoria de mi propia vida, combinada con otros de mi generación, influirá en el futuro por las huellas que hemos dejado atrás. Ser una fuente principal para compartir esa historia, mi historia, y dar forma a un nuevo parque nacional ha sido emocionante y gratificante”.
–Betty Reid Soskin a People–
Hay que resaltar que cuando comenzó su carrera como oficial Guardabosques a los 85 años, le era difícil creer lo bien que se veía.
Su trabajo consistía principalmente en guiar a los visitantes en recorridos por el Parque Histórico Nacional Rosie the Riveter/World War II Home Front, en Richmond, California.
Su decisión de trabajar ahí llegó cuando trabajaba como consultora de la NPS sobre la formación del parque, donde compartió su experiencia en el pasado cuando trabajaba en un salón segregado como secretaria de archivo.
Para muchos de sus compañeros era difícil creer que pese a su excelente desempeños, era tratada de forma diferente únicamente por su color.
“Aunque no soy un historiador capacitado, mis recorridos son necesariamente una forma de compartir mi historia oral con el público”, dijo Soskin a Today en 2015.
Esto mismo es lo que a muchos les ha encantado, que cuenta una perspectiva de la historia que muchos intentan olvidar o ignoran por decisión propia.
Tal vez sea por vergüenza, pero es importante recordarlo para que no se repita.
Por eso, NPS se despidió de esta importante trabajadora con todos los honores y le agradeció por relatar la historia de la mejor manera: De primera mano.