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La gente falsa es amable solo cuando le conviene

Pretender ser lo que no se es, tiene varias interpretaciones. 

O bien las personas se sienten acomplejadas y quieren aparentar ser diferentes de cómo son o bien, buscan por medio de “disfraces” de la personalidad embaucar a otros y de esta manera obtener beneficios para sí mismos.

Esto lo vemos muy seguido en quienes se muestran amables y gentiles sólo cuando hay otros presentes que puedan ver lo amables y gentiles que pueden ser.

Es sólo una fachada hipócrita y falsa que esconde sin duda una finalidad.

Quienes realmente son amables y se interesan sin segundas intenciones por hacer el bien a otros, no están pendientes de tener público que admire su actitud.

Son personas que siempre son así; con una gentileza sincera que sale del corazón. Y por lo general, no es esta su única característica; sino que también suelen ser personas comprensivas, transparentes y con la capacidad de escuchar a otros. Simplemente, es su manera de ver la vida.

La gente amable por naturaleza, es muy fácil de reconocer y no tanto por cómo hablan, sino por las actitudes que tienen con otros.

La amabilidad sincera, que no tiene dobles intenciones se traduce en gestos como dejar de lado el teléfono móvil y prestar atención a la charla con el otro, o en hacer preguntas que demuestren interés.

En estas épocas en que todos podemos volvernos un tanto indiferentes al otro, sentirse escuchado puede marcar gran diferencia.

Los falsos que sólo buscan aparentar ser amables para obtener un beneficio, creen que los demás no nos damos cuenta de su actuar.

Y la verdad es que no sólo lo vemos, sino que también nos provoca un poco de lástima; porque es difícil querer a alguien que pretende ser algo que no es.

Cuando una persona es amable, también es sincera y sólo se limita a escuchar sin juzgar. Es penoso hablar con alguien que tiene miles de prejuicios y que no es capaz de aceptar otras ideas porque ponen la suyas siempre por delante.

La amabilidad no es sólo ofrecerse a hacerle un favor a otro o abrir la puerta cuando alguien va a entrar o a salir. La amabilidad es también mantener un perfil bajo y no pretender destacarse o estar por encima de los demás.

Quienes son amables, también son coherentes, estables y causan una buena impresión en los primeros minutos.

¿Sabías que la ciencia afirma que decidimos si alguien nos gusta o no nos gusta en los primeros 7 segundos de conocerla?

La amabilidad crea buenos ambientes de trabajo, genera armonía en las familias, hace que las reuniones entre amigos sean cordiales y amenas.

Los amables son gente apreciada por otros y eso hace que tengan una personalidad única e inestimable, saben sacar lo mejor de otros y crean buenos ambientes; y además, parecen ser los que más disfrutan todo esto.

¿Qué opinas de las personas amables? ¿Te consideras alguien amable?

Fuente: https://gutenberg.rocks/

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