Para los simples mortales, “democracia” significa el gobierno del pueblo; para Idyllwild, una comunidad en el estado de California, significa el gobierno de todos los residentes, incluyendo aquellos que se identifican como animalitos. Por ello, en la búsqueda de un personaje que los representara en sus intereses, esta ciudad nombró al perro Max II como su dirigente y alcalde.
Un alcalde como ningún otro
El alcalde Max II, Maximus Mighty-Dog Mueller II para eventos oficiales, es un perrito golden retriever que viene desempeñándose desde el 2013 como alcalde de Idyllwild, una comunidad del estado de California, en Estados Unidos, luego de que su predecesor, el alcalde Max, de la misma raza, falleciera en su segundo mandato. Pero ¿qué hace un perro alcalde?
Está comprometido con su comunidad
El alcalde Max II está dedicado a su comunidad. Se le puede encontrar asistiendo a eventos especiales en su área, realizando apariciones en público para complacer a sus electores con sus corbatas a rayas o discutiendo sobre temas de interés con sus ciudadanos los fines de semana en la parte trasera de su camioneta. No se puede decir que este alcalde no escucha a su pueblo.
El equipo del alcalde Max II
Además, el alcalde Max II cuenta con el respaldo de un equipo de alto nivel conformado por los tenientes alcaldes Mitzi y Mickey, ambos golden retrievers, y su dueña Phyllis Mueller, quien ocupa el puesto de directora de personal. Incluso los policías son parte de su equipo.
Idyllwild comenzó a elegir a perros como alcaldes en 2012 con el fin de recaudar fondos. Todo residente que quisiera podía presentar a su perro o gato como candidato a la alcaldía. Quien quisiera participar en las elecciones solo debía colaborar con 1,00 USD. Los ciudadanos de Idyllwild eligieron entre 16 mascotas al alcalde Max, el predecesor del alcalde Max II. Además, recaudaron un total de 31 000 USD para la organización Animal Rescue Friends (Amigos de Rescate de Animales, ARF), una institución local de ayuda a las mascotas.
¡Aquí viene el alcalde Max II!
Sin embargo, durante su primer mandato, el pionero de los alcaldes caninos, Max, falleció. Sus dueños, Mueller y su esposo, iniciaron la búsqueda de su reemplazo, uno que tuviera los mismos ancestros que Max. Así, luego de buscar por Estados Unidos, Canadá y Reino Unido, encontraron y se enamoraron de Max, Mitzi y Mickey. La ciudad también se enamoró de Max, y lo quieren como alcalde por el resto de su vida. Él les ha devuelto ese cariño y los involucra en su día adía. Incluso los invita anualmente a su fiesta de cumpleaños.
Su compromiso es inquebrantable
No es ninguna sorpresa que así lo hayan decidido los residentes de Idyllwild; Max ha realizado sus funciones impecablemente. Además, realizó un juramento en el que prometió sus funciones de “hablar en nombre de los animales de esta montaña, domesticados y no domesticados” y ser un “modelo a seguir como alcalde para todos los caninos, felinos y humanos”. ¿Y quién no va a confiar en este político? Después de todo, ¡lo juró por su plato de comida!
Bono: Max de cachorrito
¡Larga vida al alcalde! Ojalá los residentes de Idyllwild disfruten muchos años más de su mandato canino. ¿Conoces otro caso de animales dirigentes? ¿Crees que este alcalde tenga efecto en difundir las riquezas de su comunidad en el mundo? ¡Cuéntanos tu opinión en los comentarios!
Imagen de portada mayormax1 / Instagram, mayormax1 / Instagram
Fuente: https://genial.guru