«Cuando me amé descubrí el poder de lo que puedo hacer»
Sí, sabemos que hay una discusión acerca de si es suyo o no. ¿Pero es acaso lo que más importa?
Nuestra vida tiene distintos caminos, nosotros debemos decidir cuál tomar. Muchas veces iremos por uno en el que nuestra vista se enfoca en el camino que otros están tomando. Nos centramos en sus pasos y sus errores, en sus logros y en lo que nosotros hacemos o no hacemos para imitarlos o diferenciarnos de ellos. No es hasta que nos damos cuenta que no se trata de seguir el camino de otros, sino de poner atención en el nuestro, que encontramos el camino correcto.
Charles Chaplin es conocido por sus excelentes comedias, esas que cambiaron el mundo del cine, que reintentaron la forma de escribirlo y actuarlo y que demostraron que puedes hacer reír como hacer llorar. Puede ser considerado un hombre chistoso, sin embargo la palabra genio es más adecuada para un hombre que fue alabado por Einstein y Freud.
— Albert Einstein: «Lo que más admiro de tu arte, es tu universalidad. Tú no dices una palabra, y sin embargo … el mundo te entiende».
— Charles Chaplin: «Es cierto, pero ¡tu fama es aún mayor! El mundo te admira, cuando nadie te entiende».
Es por eso que lo sorprendente no es que Chaplin haya escrito un conmovedor poema en su cumpleaños 70, sino que la gente no crea que puede ser de él. A pesar de que ciertos estudiosos dicen que Chaplin lo sacó del libro «When I Loved Myself» de Kim y Alison McMillen, otros discrepan y están de acuerdo con el genio de Chaplin, quien en sus cintas siempre nos enseñó los valores principales del siguiente poema.
Cuando me amé de verdad comprendí que en cualquier circunstancia, yo estaba en el lugar correcto, en la hora correcta y en el momento exacto y entonces, pude relajarme. Hoy sé que eso tiene un nombre…”AUTOESTIMA”
Cuando me amé de verdad, pude percibir que mi angustia y mi sufrimiento emocional, no es sino una señal de que voy contra mis propias verdades. Hoy sé que eso es…”AUTENTICIDAD”
Cuando me amé de verdad, dejé de desear que mi vida fuera diferente y comencé a ver todo lo que acontece y que contribuye a mi crecimiento. Hoy eso se llama…”MADUREZ”
Cuando me amé de verdad, comencé a percibir como es ofensivo tratar de forzar alguna situación, o persona, solo para realizar aquello que deseo, aún sabiendo que no es el momento o la persona no está preparada, inclusive yo mismo. Hoy sé que el nombre de eso es…”RESPETO”
Cuando me ame de verdad, comencé a librarme de todo lo que no fuese saludable…, personas, situaciones, todo y cualquier cosa que me empujara hacia abajo. De inicio mi razón llamó esa actitud egoísmo. Hoy se llama…”AMOR PROPIO”
Cuando me amé de verdad, dejé de temer al tiempo libre y desistí de hacer grandes planes, abandoné los mega-proyectos de futuro. Hoy hago lo que encuentro correcto, lo que me gusta, cuando quiero y a mi propio ritmo. Hoy sé que eso es…”SIMPLICIDAD”
Cuando me amé de verdad, desistí de querer tener siempre la razón y con eso, erré menos veces. Hoy descubrí que eso es la…”HUMILDAD”
Cuando me amé de verdad, desistí de quedar reviviendo el pasado y preocuparme por el futuro. Ahora, me mantengo en el presente, que es donde la vida acontece. Hoy vivo un día a la vez. Y eso se llama…”PLENITUD”
Cuando me amé de verdad, percibí que mi mente puede atormentarme y decepcionarme. Pero cuando yo la coloco al servicio de mi corazón, ella tiene una gran y valiosa aliada. Todo eso es…”SABER VIVIR!”
El amor propio es el principio y el fin. Sin él no podemos amar a los demás ni dejar que nos amen. Chaplin lo sabía e incluso acepta que no es un camino fácil, sino que toma madurez, respeto, autenticidad, humildad y muchas otras cosas más.
Sobre todo, nos enseñó que todo se relaciona y que al final, si nos amamos, podemos ayudar a que los demás se amen.
FUENTE: https://www.bioguia.com/