El ser feliz depende de uno mismo y por ello no debemos dejar que nada a nuestro alrededor nos influya negativamente para encontrarla.
¿Si te dijera que en muchas ocasiones tú eres quien te quita la felicidad?
Pues existen muchos hábitos que tenemos en nuestro día a día que son sumamente tóxicos y que lo único que consiguen es robarnos la felicidad. Descubre que tipos de hábitos son en este artículo. ¡Muy atentos!
Hábitos que son tóxicos y te roban la felicidad
Pensar negativo
Solemos tener la mala costumbre de pensar en negativo.
Somos expertos en lo que no queremos, no tenemos, no merecemos o no somos capaces, focalizando nuestra atención en ello.
Cultivar el pensamiento negativo puede ser un mal hábito que termine limitándonos tanto a nivel social como individual. Porque si crees que no puedes, ¿realmente vas a intentarlo?
El pensamiento negativo puede erigirse como un gran enemigo que nos atrape poco a poco en su tela de araña, convirtiendo todo nuestro alrededor en una neblina gris que en sus casos más extremos desemboque en depresión junto a otras variables.
Hay que comenzar a prestar atención a nuestra manera de pensar, que inevitablemente va ligada a la forma de hablarnos y juzgarnos. Además, dirigir tu atención hacia lo que quieres también será una herramienta que te permita hacer aparecer la luz entre aquella niebla gris espesa.
Culpar a los demás de todo
Culpar a otras personas de lo que te ocurre es evadirte de la responsabilidad de tus propios actos e incluso de tus propios sentimientos. De esta manera, estarás diciendo que tú no eres dueño de tu vida sino que son los demás o las propias circunstancias.
Es necesario recordar que tienes el control sobre ti mismo y solo tú tienes las respuestas de lo que te ocurre, tanto de la actitud que tomas ante las cosas, como de construir tu entorno.
Intentar ser una persona que no eres
Puedes vivir intentando ser tú mismo o de lo contrario, intentando ser la persona que los demás quieren que seas. Tú decides, pero evidentemente convertirte en el personaje que los demás desean supondrá una traición a tu forma de ser. Piénsalo… ¿Cómo podrás llegar a ser feliz si no eres tú mismo?
Ponerse una máscara es un arma de doble filo, una trampa que extendida en el tiempo te alejará de ti y de quien crees ser. Por lo tanto, descúbrete, aprende a aceptarte, a quererte y muéstrate tal como eres, solo así la relación contigo y los demás, será auténtica.
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Fuente: https://gutenberg.rocks/