El actor de 58 años afirmó que tuvo que vender una imagen de sí mismo de un hombre fuerte e inquebrantable, pero que él no era así realmente.
“Es agotador ser otra cosa que no sea quien eres”, manifestó.
Brad Pitt es uno de los galanes más reconocidos y apetecidos de Hollywood, y es que claro, con aquella deslumbrante belleza y esa actitud que a veces hasta puede verse arrogante, ha logrado robarse los corazones de miles de personas alrededor del mundo.
No obstante, ser caracterizado por esas actitudes de “macho” y de un hombre inquebrantable que no se deja pasar a llevar por nada, hizo que el actor de 58 años quedara realmente cansado, ya que es complicado estar mostrando al mundo que siempre eres fuerte, cuando realmente no es así.
“Es agotador ser otra cosa que no sea quien eres. Tienes que entender, al menos donde crecí, somos más el personaje de Clint Eastwood; Tienes todo dentro, eres capaz, puedes lidiar con cualquier cosa, no muestras debilidad”, comentó Pitt a Financial Times.
“Veo eso en mi padre y en las generaciones anteriores de actores y, hombre, es agotador. A medida que envejezco, encuentro mucho consuelo en las amistades en las que puedes ser [completamente tú mismo], y quiero que eso se extienda al mundo exterior.
Lo que la gente piensa de esto: Estoy bien. Me siento seguro aquí porque hay un enfoque en nuestras luchas como seres humanos, porque está plagado de peligros. Y alegría también”.
El actor además habló de lo mucho que lo ayudó a conocer a Thomas Houseago, un artista contemporáneo que se dedica a la creación de esculturas figurativas, para comenzar él mismo con su propio arte.
“Nuestra miseria mutua se volvió cómica y de esta miseria salió una llama de alegría en mi vida. Siempre quise ser escultor; Siempre quise probarlo”, razón por la que creó diversas obras y las expuso en un estudio en Los Ángeles.
“Siento que hay una vocación superior, una conexión nuevamente. Al ser táctil, hay algo de liberación en eso”, finalizó.