¿Te imaginas poder tener una playa en tu propia casa? Cuando no es verano, son pocos los afortunados que pueden ver el mar y disfrutar de sus bondades. Aunque lo sea, no todos puedes disfrutar de esas playas paradisíacas que estamos acostumbrados a ver en las revistas. Las piscinas de arena llegan como una solución perfecta.
Si has soñado alguna vez con despertar en casa y, desde el propio jardín trasero, introducir los pies en la suave arena antes de darte un chapuzón, este nuevo invento te interesa más que a nadie. Gracias a la tecnología, ahora puedes disfrutar de piscinas que se convierten en auténticas playas y que harán las delicias de quienes vivan en casa y de los visitantes.
Las piscinas de arena, un invento al alza
Las características que destacan en estas nuevas piscinas de arena natural son muchas. Son elementos innovadores que no invaden al medio ambiente, lo que permiten instalarlas de forma armónica, sin necesidad de emplear ningún tipo de hormigón armado.
Sabiendo que el medio ambiente es el primer beneficiado de que las usemos, no cabe duda de que se convertirán en las elegidas por muchas familias que deseen darle un toque especial a su hogar. Los elementos con los que están construidas son innovadores y crean un flujo de bienestar y buen ambiente al mismo tiempo.
Además de ser bonitas, están rodeadas por rocas, lo que hace muy fácil mantenerlas limpias. Se fabrican con materiales distintos como la arena compacta o el hormigón gunitado. Si ya cuentas con una piscina en tu jardín, no hay problema, pues se adapta a la perfección. 30 días es lo único que hace falta para convertir tu casa en un paraíso caribeño.
Estas piscinas de arena se cuidan del mismo modo que las tradicionales, lo que las convierte en aún más sencillas de mantener. Si quieres más ventajas, tampoco hace falta colocar escaleras, sino que se camina por una suave rampa que aportará comodidad a tus pies. Se convierten, por tanto, en piscinas más seguras para los pequeños de la casa, así como para los mayores y personas con movilidad reducida.
También puedes elegir la profundidad de la misma. Si debe ser más o menos profunda, con el nivel de profundidad mayor en el centro, en otros puntos, etc. ¡Completamente a tu gusto!
Así se realizan estas piscinas
Lo bueno de este tipo de piscinas es que son muy resistentes, soportando muy bien estar a la intemperie. Se componen de arena compactada y adherida al soporte de hormigón, lo que produce ese efecto óptico de arena de playa. Además, son antideslizantes tanto cuando están secas como cuando la arena está mojada.
También cuentan con un alto grado de flexibilidad, ayudando a evitar el agrietamiento. Son agradables al tacto y no poseen apenas acumulación térmica, lo que hace que su superficie no queme aunque estén a pleno sol. Por último, son moldeables a la forma que se desee, lo que le confiere una parte estética difícil de obviar.
Fuente: https://www.ilusionviajera.com/