Saltar al contenido

Tiene 9 años y llora de emoción al tomar su última dosis de quimioterapia. Venció el cáncer

  • por

El pequeño Steven fue diagnosticado en 2016 con leucemia linfoblástica. Tras años de lucha, salió victorioso, derrotando a la enfermedad.

A veces pensamos que ser niño no es sinónimo de ser un guerrero. No están asociados a la fuerza, sentimos la necesidad de protegerlos. Y claro, sus únicas preocupaciones debiesen ser divertirse, pero lamentablemente no siempre es así. Las enfermedades, sobre todo el cáncer, no distingue edades y muchas veces afecta a los más pequeños, como en este caso.

El pequeño Steven tiene 9 años y fue diagnosticado con leucemia linfoblástica en 2016. Tras largos años dando una batalla sólo para grandes guerreros, derrotó al cáncer y salió victorioso. Tomó su última dosis de quimioterapia, llorando de emoción. Lo lograste, pequeño gigante.

Te dejamos el video donde consume sus últimas pastillas:

A grandes rasgos, la leucemia linfoblástica es un tipo de cáncer que consiste en el aumento anormal de linfoblastos en quien lo padece. Son incompetentes a la hora de defender a la persona de infecciones y otras afecciones, por consecuencia disminuyen los glóbulos rojos, plaquetas y puede traducirse en anemia y otros padecimientos, según información de aeal

Precisamente aquello era lo que padecía Steven Cotter, de apenas 9 años. Desde 2016, pasó por diversos tratamientos y medicamentos, cientos de ellos.

Facebook Ashley Cotter

Ashley, la madre del niño, compartió el emotivo video donde se ve a Steven llorar de la emoción. Debía tomar su última dosis y adiós, después de años de intensa batalla. Él le ganó al cáncer.

La felicidad los inundó, a él y su familia, porque estos tratamientos requieren de mucho apoyo familiar, sobre todo si se trata de un niño.

Facebook Ashley Cotter

Así como él pudo vencer, con apenas 9 años, transformándose en un guerrero verdadero. No de esos que usan capa y salen en televisión, él es de verdad.

Esperamos que el pequeño Steven no vuelva a pasar por algo así, nadie debería. Y las historias así se repitan en cada caso. ¡Felicidades!

Fuente: http://www.upsocl.com/