Las tres se llaman Dorothy, nacieron en 1919, crecieron en el mismo vecindario y se graduaron en la misma escuela. Son grandes amigas y hoy celebran un siglo de vida.
Las posibilidades de que un amigo sea para toda la vida son mínimas. Los cambios de casa, el colegio, amigos nuevos y un sinfín de variables influyen en la amistad, sin embargo, como en toda cosa, siempre hay excepciones. Ojo, pues esta no es una simple amistad, muy por el contrario.
Tienen el mismo nombre: Dorothy Buchanan, Dorothy Kern y Dorothy Murray. Las tres nacieron el mismo año: 1919. Crecieron en el mismo barrio y se graduaron de la misma escuela en 1937. Son amigos desde siempre y hoy están celebrando 100 años de vida.
Son una excepción a todas las reglas.
Hace un siglo las cosas eran muy diferentes, el mundo ha avanzado (o retrocedido) de manera vertiginosa. Según explica Maine Public Radio, Dorothy fue el tercer nombre más popular del año 1919 en Estados Unidos, acorde a los datos de Social Security Administration.
La chance de que, alguien nacido en aquel año, viviera hasta los 100 años, era de 1.9%. En ese porcentaje están incluidas estas tres amigas.
Crecieron en el mismo vecindario (Auburn, Maine, Estados Unidos) y se graduaron de la misma escuela, en 1937. Se han autodenominado como «the three Dots» (Los tres puntos).
Las tres Dorothys de 100 años son todo un récord y su amistad es un poco menor que ellas mismas. Han tenido que ver pasar a muchas personas, viviendo la muerte de amigos, compañeros de clase, sus esposos, hermanos e incluso alguno de sus hijos.
A pesar de todo lo que implica su siglo de vida, se reúnen cada cierto tiempo, un par de veces por año, para conversar y tomar el té. La amistad se mantiene viva.
Adoran escuchar música y leer, traer a la memoria viejos recuerdos que más de una carcajada han sacado. Cantan, una de ellas toca piano e incluso participaban activamente del coro de la iglesia.
Según han expresado, se sienten más que bien. Dot Murray es de las más activas y felices. Los 100 años son sólo un número.
«No tengo dolor ni sufrimiento. Conduzco. Hago todo como siempre. Porque no he tenido ningún accidente. No pueden detenerme. Sigo siendo un excelente conductor «.
Comentó Dorothy Murray a Maine Public Radio.
Las tres han acordado que su gran preocupación es perder la independencia y ser una carga para sus familias. Reflejan fielmente el sentimiento de muchos adultos mayores.
Con el siglo de vida, sus deseos y consejos apuntan hacia la lucha con el cambio climático, la tolerancia, el amor e incluso que «todos deberían tener un perro».
Fuente: http://www.upsocl.com/