Volver a sentir la brisa, dar un paseo y tener una buena charla, eso es lo que ofrece el programa Ciclismo Sin Edad.
El viento moviendo tu pelo, la brisa rozando tu cara y esa sensación de adrenalina y libertad que inunda el cuerpo. Genera una felicidad incomparable que es difícil de igualar. Lamentablemente, con el pasar de los años, cada vez rodamos menos. La bicicleta queda de lado, por cuestiones físicas y otras prioridades.
Un grupo de voluntarios, reunidos en Cycling Without Ages (Ciclismo sin edad), pasea constantemente a abuelitos de prácticamente todo el mundo. Toman uno de sus carritos y parten junto a un par de ancianos, en búsqueda de revivir sus tiempos de paseos.
«Ciclismo sin edad es un movimiento iniciado en 2012 por Ole Kassow. Ole quería ayudar a los ancianos a volver a sus bicicletas, pero tenía que encontrar una solución a su movilidad limitada. La respuesta fue un trishaw y comenzó a ofrecer paseos en bicicleta gratis a los residentes de hogares de ancianos locales».
Destaca la organización en su sitio web
Muchos de aquellos ancianos no pueden moverse con facilidad, muy por el contrario, para algunos resulta difícil caminar. De allí surge la idea que brinda alegría, una buena conversación y lo más importante: volver a sentirse vivos.
Una sonrisa, es la mejor paga que puede recibir un voluntario. Sincera y de agradecimiento, llena el corazón de buenas energías.
El proyecto ha sido tan bien acogido, y no solo por los abuelitos- que ya tienen puntos en diversas partes del mundo. Cada piloto-voluntario se inscribe y puede ofrecer paseos cuan a menudo quiera. Puede hacerlo una vez al día o incluso una vez por año, es su decisión. Cuentan con miles de pilotos y carritos de tipo trishaws.
¿Te gustó el proyecto? ¿Quieres saber más o ser piloto? Puedes encontrar toda la información al respecto en su sitio web.
Un abuelito te lo agradecerá, pero también tu corazón.
Fuente: http://www.upsocl.com