Algunos alumnos se sienten incómodos en su presencia.
En los últimos meses, cualquier asunto relacionado con las personas trans genera controversia.
Entre tantos detalles que se señalan, el aspecto físico es uno de ellos.
Todas las personas tienen derecho a expresarse, a mostrar una apariencia que las haga sentir bien; sin embargo, las críticas por esto no se hacen esperar. Recientemente ocurrió una polémica en una escuela de Canadá debido a la forma en que luce una mujer trans que labora en la institución.
Kayla Lemieux es una profesora de la Escuela Oakville Trafalgar, en Ontario, que comenzó su transición hace un año. Como parte de su proceso, se colocó implantes de seños de un tamaño considerable. Por supuesto, ella se siente feliz y cómoda con el resultado; sin embargo, algunos alumnos y sobre todo los padres, consideran que es inadecuado que dé clases con ese aspecto.
Los gigantescos implantes de Kayla le llegan hasta la cintura y sus pez0nes son protuberantes, lo que ha ocasionado incomodidad en la comunidad estudiantil. Así, algunos alumnos de esta profesora comenzaron a quejarse con las autoridades de la escuela argumentando que los pechos de la mujer sobresalen de manera exagerada de su cuerpo.
Ante esta situación, los jóvenes no se sienten relajados e incluso han optado por ya no asistir a sus clases.
La situación escaló de nivel muy rápido, al punto de que comenzaron a organizar protestas afuera de la Escuela Oakville Trafalgar en contra de la apariencia física de Lemieux.
Aunque aún no hay multitudes en las puertas del instituto, muchos padres y algunos alumnos se han quejado.
Pero la Junta Escolar del Distrito de Halton defendió a la profesora.
De acuerdo con Daily Mail, el distrito aseguró que era ilegal criticar o pedirle a la maestra que cambiara su aspecto físico. Mencionaron que esto va en contra del Código de Derechos Humanos de Ontario, por lo que ya no responderían más preguntas sobre la vida privada de Kayla.
Por supuesto, la junta considera que es preocupante que los alumnos dejen de asistir a clases solo porque no les agrada cómo se ve la educadora.
Sin embargo, están conscientes de que la mujer tiene derecho a expresar su identidad de la manera que ella quiera y no debería tener consecuencias por ello, ya que sería discriminatorio.
«La Junta Escolar del Distrito de Halton reconoce los derechos de los estudiantes, el personal, los padres o tutores y los miembros de la comunidad a un trato equitativo sin discriminación basada en la identidad de género y la expresión de género», expresaron en un comunicado.
Por fortuna, no toda la comunidad estudiantil está en contra de la apariencia de Kayla.
Muchos alumnos consideran que está bien que la profesora luzca como se sienta cómoda pues tiene el derecho y la libertad para hacerlo. Pero aún así, algunos se sienten incómodos con la forma y tamaño de los implantes de la mujer.
Otros alumnos mencionaron que saben poco del tema y que creen que en realidad no es importante y nadie lo menciona mucho. En cambio, son los padres quienes han causado mayor revuelo asegurando que la Lemieux exageró un poco con el tamaño de sus implantes y que es «asqueroso».
Además, piden que la escuela haga algo al respecto porque no quieren que sus niños estén expuestos a esa imagen.
Pero lo cierto es que el aspecto físico de la profesora no tiene nada que ver con su capacidad para enseñar. Kayla es maestra de un taller en tecnología de manufactura y es muy buena en la materia. Margo Shuttleworth, presidenta de la junta directiva mencionó que la mujer era una excelente profesora.