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Vivir en 2 metros cuadrados: impactantes fotografías de cubículos ataúd de Hong Kong

El fotógrafo Benny Lam muestra la realidad de más de 200.000 personas en Hong Kong. Los cubículos ni siquiera cuentan con una ventana.

A comienzos de este año, las vidas de todos nosotros cambiaron. En pocos días millones de personas de todo el planeta nos vimos obligados a permanecer en nuestras casas con el objetivo de desacelerar la transmisión del COVID-19.

Desde la comodidad de nuestros hogares, nos quejamos ante la imposibilidad de realizar las actividades cotidianas y sentimos lastima de nosotros mismos sin tomar conciencia de la gran cantidad de privilegios que suponía el poder hacerlo.

En la búsqueda por conocer realidades ajenas a la propia, el fotógrafo Benny Lam reflejó en un nuevo trabajo cómo es la estresante vida que llevan muchos habitantes de Hong Kong y que viven en departamentos diminutos, comúnmente llamados “cubículos ataúd”.

Con una población de casi 8 millones de habitantes y muy poco terreno urbanizable, la ciudad de Hong Kong es uno de los territorios más densamente poblados del mundo. Es por ello que vivir en un “cubículo ataúd” termina siendo la única opción para miles de personas, que este año, se han visto obligados a permanecer en el mismo espacio día tras día.

En el trabajo de Benny Lam se ve claramente como todas las actividades de nuestra vida cotidiana en el hogar, suceden en los mismos 2 metros cuadrados. “Desde comer a dormir, todas las actividades tienen lugar en estos pequeños espacios” contó Lam.

“Ese día, llegué a casa y lloré”, contó el fotógrafo a National Geographic, describiendo su experiencia al presenciar y documentar dichas condiciones de vida. Con su serie “Trapped”, Lam intenta poner el foco en las agobiantes viviendas que se encuentran fuera del alcance de las glamorosas luces de neón de Hong Kong.

Desde su página de Facebook, Lam realizó una publicación y sostuvo que quienes viven en estos espacios, “son precisamente las personas que interactúan con nosotros cada día: te sirven como camareros en los restaurantes donde comes, son los guardias de seguridad en los centros comerciales por los que paseas, o los limpiadores y repartidores de las calles por las que caminas (…) La única diferencia entre nosotros y ellos radica en los hogares en los que habitan, es una cuestión de dignidad humana”.

Para crear los «cubículos ataúd», los pisos suelen estar divididos ilegalmente en «apartamentos» de 15 a 120 pies cuadrados (aproximadamente, 1,5-12 m²). Por su parte, Naciones Unidas ha calificado estos horribles apartamentos jaula como “un insulto a la dignidad humana”, pero según la Sociedad para la Organización Comunitaria, sigue siendo la única alternativa para unas 200.000 personas.

Fuente: https://culturafilosofica.com/