Quizás esto suene bastante peculiar pero lo cierto es que es más frecuente de lo que se cree y es que hay ciertas personas que prefieren no tener un animal en su vida y cuando aparece alguien con el que compartir su vida pero que tiene animales, les obligan a tomar una decisión realmente devastadora ya que les ponen en la situación de elegirles a ellos o a sus animales.
Nunca hay que obligar a alguien a tomar una decisión de este estilo porque además del mal rato que ambos van a pasar, la respuesta en la gran mayoría de los casos no es la que se llega a esperar.
Este es el caso de Liz Haslam y es que para ella la felicidad es cuidar y proteger de todos los perritos callejeros que se encuentren y estén en una situación de gran necesidad. Con esto, esta mujer es feliz y sobre todo si ellos son capaces de darle todo el amor y el agradecimiento por haberlos salvado.
Teniendo en cuenta la forma en la que Liz Haslam es, nos parece bastante interesante el que todos conozcáis su historia para saber lo vinculada que realmente está con los animales y su rescate.
Su matrimonio y el que parecía el amor de su vida
Su historia comenzó cuando se casó con el que pensaba que era el amor de su vida, Mike. Ella en ese entonces tan solo tenía 16 años pero se había enamorado perdidamente de este chico así que cuando ambos terminaron la escuela decidió marcharse de casa de sus padres e independizarse con Mike. Con el tiempo, ambos se casaron y al cumplir 25 años tuvieron un hijo llamado Ollie.
Sin embargo, como toda pareja Liz y su marido tenían problemas y no era suficiente con todo el camino que habían recorrido hasta ahora ya que tenían un obstáculo enorme presente en su relación.
Así fue como un día su marido harto de toda la situación comenzó a discutir con Liz y al final le dijo la temible frase: «son los perros o soy yo, tú eliges». Desesperanzada por tener un marido que no comprendía la necesidad de ayudar a los animales que había ayudado hasta este momento, le dijo que sus perros formaban parte de ella y de su vida y que él podría irse y desde ese momento Mike desapareció de la vida de esta mujer.
La razón de todo esto es que al mudarse a una bonita casa que tenía un gran espacio para los animales, Liz comenzó a rescatar a animales callejeros que necesitaran de sus ayuda y de ahí creo un refugio llamado BedForBullies que ayudaba a todos los perritos Bulldog Terrier. Para cuando la organización y el refugio fue creado, Mike se dio cuenta de que la relación que tenía con nuestra protagonista siempre iba a girar a favor de los perros.
Liz tenía una gran pasión por los perros y eran su vida
Ya desde muy pequeña, nuestra protagonista sentía un gran amor por todos los perros y esto era algo que a su marido parecía molestarle.
A pesar de los problemas que surgían a causa de su gran devoción por ayudar a animales necesitados, Liz seguía su camino ya que pensaba que su marido después de haber estado con ella 25 años iba a entender cómo se sentíapero al parecer no quiso saber la importancia que su proyecto tenía para esta mujer tras haberla obligado a elegir entre ella y sus perros.
No obstante, no podemos juzgar la decisión que tomó Mike pues era una persona que no amaba realmente a los animales y tampoco se le puede obligar a hacerlo al igual que él no pudo, y no debería haberlo hecho, obligar a Liz a abandonar la idea de seguir manteniendo su organización para rescatar perros.
Actualmente nuestra protagonista sigue con su trabajo muy feliz de poder estar rodeada de todos sus perros y al ser un refugio, se encarga de rescatar perros para luego darlos en adopción.
Fuente: https://www.yotengovoz.com