Mundialmente, se ha revolucionado una conducta de preocupación por los hábitos que se llevan diariamente en la rutina, donde las personas buscan despegarse de las situaciones controversiales que le generan desequilibrio, que afectan su estilo de vida o que empeora el deterioro del organismo. Para ello, muchos especialistas recomiendan siempre lo mismo: eliminar diversos hábitos que son «dañino».
Pero, ¿y si el equilibrio y el bienestar lo obtienes sin eliminar completamente esos hábitos «dañinos»? Según especialistas, esto es posible y va más allá de lo que se ha estipulado comúnmente por la sociedad o la comunidad mundial y aquí te contamos todo.
Cerveza
La cerveza, sin duda, es uno de los principales enemigos de la vida saludable y los buenos hábitos y es que la cantidad de calorías que contiene resulta ser agobiante, produciendo un aumento de peso importante y deteriorando la salud de quien la ingiere. Pero ¿es totalmente cierto esto? Los estudios lo contradicen en gran proporción.
Lo primero que se observa es que existen avances con respecto a la composición de las cervezas, por lo que es muy probable encontrar presentaciones bajas en calorías que posibiliten su consumo, sin que se convierta en una tortura tomarla. No es necesario eliminarla por completo, con tal de elegir una que no suponga un aporte calórico importante.
Por otro lado, contradiciendo todo lo que se establece sobre la cerveza y sus efectos en el cuerpo, un estudio llevado a cabo en la Universidad de Granada, asegura que aquellas personas que consumen cervezas como un hidratante después de haberse sometido a una fuerte actividad física, poseen un mayor grado de hidratación que aquellas personas que solo consumen agua.
De hecho, si las personas toman cerveza y agua, como una combinación post actividad física, se observa un grado de recuperación increíble debido a la formación de una serie de aminoácidos que son esenciales para el cuerpo, por lo que no es tan dañina como suelen decir.
Dormir tarde
Dormir tarde o dormir poco ha sido vetado por diferentes especialistas por ser lo «peor» que puede realizar el ser humano para su salud. Sin embargo, la información histórica nos dice que en la antigüedad se dormía irregularmente, sin periodos de siestas y en un sueño intercalado de 2 a 4 horas, siendo todo lo contrario a las 8 horas que se estipulan hoy en día.
Inclusive, un estudio relacionó dormir poco con la inteligencia, ya que genios como da Vinci o Fuller, lograban dormir como mucho unas 4 horas, siendo maestros en sus distintas áreas y teniendo un coeficiente intelectual bastante elevado.
Lazos y vínculos
Y, por último, se observó que muchas personas con estilos de vida poco saludables o favorables para su salud, lograban tener un estado de salud increíble y mucho mejor que el de las personas promedio, esto debido a un habito poco tomado en cuenta: los lazos y los vínculos que se establecen con los seres queridos.
Resultó, según la doctora Rankin, que mientras más cercanía había con respecto a su familia cercana, mientras más fuertes eran los lazos y más estrechos los vínculos, era más probable gozar de una salud optima, siendo las relaciones personales, parte de los buenos hábitos de vida.
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