Jane Austen (1775 – 1817) fue una destacada escritora británica que dejó un legado importante a la literatura mundial, su peculiar estilo irónico impreso en cada una de sus novelas la llevarían a alcanzar el reconocimiento de todos los amantes de la literatura.
Entre sus obras más populares se encuentran novelas icónicas como “Orgullo y prejuicio” y “Sentido y sensibilidad”; estas obras se consideran como grandes clásicos de la literatura británica cerrando así la brecha entre el romance y el realismo.
Jane Austen se caracterizó siempre por sus pensamientos críticos a la sociedad, por su mente aguda y su gran personalidad forjada por las vivencias y experiencias.
A continuación te presentamos algunas de sus frases más famosas:
«Hay tantas formas de amar como momentos en el tiempo».
«Si te amara menos, podría ser capaz de hablar más sobre ello».
«No hay distancias cuando se tiene un motivo».
«No podría ser feliz con un hombre cuyo gusto no coincidiera punto por punto con el mío. Él debe penetrar todos mis sentimientos; a ambos nos deben encantar los mismos libros, la misma música».
«Desde el primer momento en que lo vi, mi corazón fue irrevocablemente suyo».
«Un reloj es siempre demasiado rápido o demasiado lento. No puedo ser dirigida por un reloj».
«No hay ningún encanto que iguale la ternura del corazón».
«A menudo lo que nos engaña es únicamente nuestra propia vanidad».
«Piensa sólo en el pasado cuando su recuerdo te procure placer».
«Quizás son nuestras imperfecciones lo que nos hace perfectos el uno para el otro».
«A ti he de decirte, como a menudo he dicho antes: No estés tan apresurada, el hombre correcto vendrá al fin».
«La vanidad y orgullo son cosas diferentes, aunque las palabras se usan de forma sinónima a menudo. Una persona puede ser orgullosa sin ser vanidosa. El orgullo se relaciona más con nuestra opinión de nosotros mismos: la vanidad, con lo que nos gustaría que otros pensasen de nosotros».
«No quiero que la gente sea muy agradable, pues así me ahorran la molestia de que me tengan que gustar demasiado».
«La manera que tiene una persona de hacer las cosas puede ser tan buena como la de otra, pero cada cual quiere hacerlo a su manera».
«Para mí hay una norma general que es la siguiente: si una mujer duda si debe aceptar o no a un hombre, lo evidente es que debería rechazarle».
«He luchado en vano y no puedo hacerlo más. Mis sentimientos no serán reprimidos. Permítame decirle cuan ardientemente la admiro y la amo».
«Debes ser el mejor juez de tu propia felicidad».
«Todos llevamos en nosotros mismos un guía mejor de lo que pueda serlo otra persona».
«El egoísmo debe ser siempre perdonado, porque no hay esperanza de cura».
«Cuando las personas se empeñan en una forma de conducta que saben equivocada, se sienten agraviadas cuando se espera algo mejor de ellas».
«Su corazón le susurró lo que él había hecho por ella».
«Debo aprender a conformarme con ser más feliz de lo que merezco».
«No es el tiempo ni la ocasión los que determinan la intimidad: es sólo el carácter, la disposición de las personas».
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