El pensador y escritor Umberto Eco se despidió de nuestro mundo hace ya casi un año, pero antes de eso, dejó constar su dura opinión sobre el efecto que estaban teniendo las redes sociales en la sociedad.
“Las redes sociales han generado una invasión de imbéciles que le dan el derecho de hablar a legiones de idiotas que antes hablaban sólo en el bar después de un vaso de vino, sin dañar a la comunidad y ahora tienen el mismo derecho a hablar que un premio Nobel.
Es la invasión de los necios”, sentenció, y eso a pesar de que no vivió para ver a youtuber dar de comer galletas con dentífrico a personas sin techo.
«El drama de Internet es que ha promovido al tonto del pueblo al nivel de portador de la verdad”.
Si bien la Red supone la democratización de la difusión del conocimiento -de todo tipo de conocimiento- y de la información. En concreto, por Facebook, Twitter, Instagram o Google+ circulan intenciones, deseos, críticas, aplausos, insultos, adhesiones, de ciudadanos corrientes, y también informaciones contrastadas y opiniones de medios de comunicación. No es demasiado difícil distinguir entre unos y otros. Pero interpretando las palabras de Eco ¿cuántos realmente usamos las redes con responsabilidad y con un propósito mejor que el entretenimiento momentáneo?
Durante una conferencia de prensa en el el Gran Palacio de la Real Escuela de Equitación en Turín, el semiólogo sostuvo que “las redes sociales le dan derecho de palabra a legiones de imbéciles que antes hablaban sólo en el bar después de un vaso de vino, sin dañar a la colectividad”.
Mientras que no entendamos que Twitter o Facebook son un reflejo -quizá el mejor que ha habido nunca- de la sociedad no seremos conscientes de hacia dónde caminamos.
“Si la televisión había aprobado al tonto del pueblo, ante el cual el espectador se sentía superior, el drama de Internet es que ha aprobado al tonto del pueblo como el portador de la verdad”, pensaba Eco.
Fuente: El mostrador / (extraído de http://www.elclubdeloslibrosperdidos.org) / https://laciudadrevista.com/