Para cualquiera, viajar a la playa, ver el mar, son unos de los momentos más relajantes de todo el año. No en vano, muchas personas no consideran que están de vacaciones hasta que no llegan a visitar una ciudad costera. El mar te aleja de las responsabilidades, y es por eso que lo relacionamos directamente con la felicidad.
De hecho, ya no es solo que lo relacionemos, sino que un reciente estudio ha revelado que, efectivamente, el mar consigue despertar dicho estado en nuestro cerebro.
La felicidad, cosa del mar
No son pocos los beneficios que el mar nos aporta como seres humanos. Los científicos han estudiado la relación existente del contacto entre la playa y la salud. Este bonito proyecto ha sido bautizado como Bluehealth, Salud azul en español.
Gracias a este proyecto, los científicos descubrieron que el sonido particular del mar es capaz de despertar un área específica del cerebro llamada corteza prefrontal. Además, también observaron que el mar amplía la capacidad de auto conocernos y lograr ese estado de bienestar emocional.
Pero no solo este estudio apoya esta hipótesis. Existe otra investigación que afirma que encontrarse cerca del océano puede llegar a ser incluso sanador. Según estas conclusiones, cuando estamos en la playa la onda del océano es capaz de despedir los iones negativos y efectuar cambios en nuestras moléculas.
Sentimos paz. Una paz que muchos relacionan con la sensación de plenitud que se siente justo después de practicar yoga.
Según Michael Merzenich:
“Cuando miraba hacia el mar, percibía un entorno predecible y estable”.
Otra de las razones por las que nos sentimos tan bien cuando estamos cerca del mar es que a los seres humanos nos encanta cuando nos sentimos seguros. Esto ocurre al encontrarnos en lugares libres de cualquier amenaza posible.
El mar, por tanto, es considerado como uno de ellos. Consigue que nuestro cerebro cuente con esa sensación de estabilidad y seguridad que todos buscamos en diferentes momentos de nuestra vida.
Fuente: https://www.ilusionviajera.com/