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Las mujeres que se meten en una relación también serán engañadas

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Las infidelidades existen en todo el mundo, no es un secreto para nadie. Como mujeres, es común ser víctima de un hombre infiel por lo menos una vez en la vida, ya que lo común es que sean ellos los infieles. Pero también existen mujeres que juegan a la infidelidad y terminan lastimando a sus parejas.

La verdad de todo, es que una persona que está buscando ser feliz con una persona que conoció por una infidelidad, está muy equivocada y aquí te hablamos más sobre esto.

Las personas infieles

Cuando una persona que ha sido infiel habla sobre «lo débil que es la carne» o sobre lo complicado que es no ser infiel, simplemente miente y solo da un vestigio de lo que realmente es. Las personas infieles son personas incapaces de asumir ningún compromiso con nadie, siendo capaces de lastimar a otras personas sin importar absolutamente nada más que su propio bien.

Es común ver que esas personas son egoístas e incluso, llegan a sabotearse su propia felicidad con sus actos vánales. Ser infiel es una elección, no pasa por casualidad, ni es algo que no podamos controlar, realmente es una decisión que tomamos y que por ende, trae sus consecuencias tanto para esas personas, como para los que lo rodean.

Base científica

En la Universidad de Binghamton, un importante investigador llevó a cabo un estudio que abarcaba el tema de las infidelidades y de las probabilidades que tiene un amante, de ser feliz con su contraparte. La realidad, fue clara, es muy probable que una persona que haya engañada a otra, también engañe a la amante al sostener una relación «más seria».

Todo recae en el ser y en el querer de la persona infiel, resulta imposible o poco probable pensar que una persona que conociste mientras era infiel, te sea plenamente leal a ti, porque no está en su ser, no eres distinta para que no te engañen a ti también.

Aceptar y entender

Lo mejor, a la hora de conocer una infidelidad, es aceptar y agradecer que al menos sabemos la verdad, de manera que no viviremos engañadas creyendo en alguien que es totalmente distinto a lo que ha fingido ser con nosotras. Aceptar que una persona que nos lastima, es porque no nos quiere, y si no nos quiere, no puede formar parte de nuestras vidas.

También parte del proceso es entender que la culpa no es de aquella amante, sino realmente de la persona infiel que era nuestra pareja, porque al fin y al cabo, nadie deja que sea ajeno a la relación puede entrar sin permiso. Sería absurdo pensar que todo es culpa de otra mujer cuando la verdad es que el culpable es quien no nos valoró.

Fuente: https://www.fentigo.com/