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El 40% de los animales regalados en Navidad terminarán siendo abandonados. Seamos más responsables

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Es bueno tomar medidas antes de regalar un gato o un perro a un amigo.

Navidad es una de las fechas preferidas de la gran mayoría de las personas. Porque es un día en el que se comparte con la familia y los seres queridos, a quienes, a lo largo del año, tal vez muy pocas veces pudieron verlos.

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O, también, para quienes aman a sus animalitos, es otro día para tener la excusa de compartir más tiempo con ellos. Jugando, paseándolos o simplemente regalándoles algún juguete o comida nueva, como premio por su buena conducta durante el año.

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Pero también, están quienes regalan gatos y perros para la Navidad. Un regalo inocente y hasta bonito, que de seguro, en un principio, sacó un sonrisa de oreja a oreja a la persona beneficiada, pero que lamentablemente, a pesar de que tiene un trasfondo súper noble y hasta admirable, en muchas ocasiones no termina bien. De hecho, en 4 de cada 10 situaciones en que se regala una mascota en Navidad, el resultado no termina siendo tan positivo. 

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Debido que según un estudio de la asociación animalista Libera, en España, el 40% de las perros y gatos que son regalados en Navidad, terminan siendo abandonados.

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Siendo esto por diversas razones, como lo es el hecho de que la familia no estaba preparada para recibirlo o que también se debe a que el beneficiado era un niño que asemejó el tener una mascota nueva como regalo con tener un juguete nuevo en Navidad. Por ello, se recomienda desincentivar la relación «animal – regalo», para evitar el posterior abandono de estos.

“Incorporar, por ejemplo, un perro o un gato a la familia es algo que influirá sobre el funcionamiento y las dinámicas familiares durante los siguientes 10 años o más, así que la decisión debe ser consensuada entre todos los miembros, que tienen que estar dispuestos a asumir su parte de responsabilidad en el cuidado del animal (…) la persona que recibe la mascota debe haber expresado su claro deseo de convivir con un animal de compañía y tener la capacidad para cuidarla de forma responsable. Si el regalo está dirigido a un niño, es fundamental saber que su interés por la mascota puede decrecer una vez agotado el factor novedoso»

– explicó el médico veterinario, Jesús Andrade Vicencio, según consigna El Sol de Tampico.
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También, se pide tener en consideración de que la persona a la que se le va a dar una mascota, debe participar en su proceso de búsqueda y selección, para favorecer la creación del vínculo afectivo con el animal. Teniendo siempre presente que un animal no es un juguete, por lo que como ser vivo requiere diversas atenciones.

Fuente: http://www.upsocl.com/