Le recomendaron sacarlo del ballet porque «los niños se vuelven homosexuales». Hoy es un triunfador

Su abuela hizo oídos sordos y Aaron siguió su sueño. El tiempo le dio la razón.

Los estereotipos son trabas que impiden avanzar a muchas personas. Cuando alguien quiere salir de lo habitual, hay personas que se encargan de recordarnos que existe un prototipo, que debes hacer esto y ser de tal forma. «Eso es para hombres», «eso es para mujeres», son clásicas frases que escuchamos día tras día.

A esta abuela le recomendaron sacar a su nieto del ballet, porque «los niños se vuelven homosexuales”. Afortunadamente no lo hizo y Aaron hoy es una de las grandes promesas del ballet mexicano. Ya es todo un triunfador. 

¿Qué hubiese pasado de haberlo retirado? ¿Dónde estaría hoy Aaron?

De eso ya han pasado 7 años. Magda, la abuela, escuchó aquellas palabras del catequista de Aaron: «saque a ese niño del ballet, hágame usted caso, ahí los niños se vuelven homosexuales”. 

Magda no quiso discutir, así que solo asintió. Aaron había descubierto el baile y se había transformado en su sueño, vivía para el ballet.

Con el instinto y amor de una abuela, lo dejó ser feliz y hoy está recogiendo sus primeros frutos.

Aaron de Jesús Márquez ya es toda una promesa del ballet mexicano. Ha ganado diversos concursos y torneos, donde siempre destaca por su capacidad física. 

Descubrió su talento a raíz del programa PROVER, creado para fomentar la danza en la ciudad de Córdoba, Veracruz (México).

El curso consistía en becas para varones que residen en contextos sociales complejos. Si tiene deseos y talento, se le apoya con estudios, traslados, equipamiento y comida durante 8 días.

Aaron recién tenía 7 años de edad y ni siquiera había escuchado la palabra ballet. Cuando supo de que se trataba, no lo dudó y se inscribió. El tiempo le dio la razón.

El pequeño supo que tenía talento y se presentó en las pruebas, donde deslumbró y comenzó su entrenamiento. Comprendió que su cuerpo estaba hecho para danzar. 

Magda, su abuela, que es como su madre, lo crió tras la muerte de su padre y la migración de su mamá. Ella es quien ha puesto el hombro a sus nietos, a su familia, apoyando cada decisión y entregando todo el amor que pudiese faltarles.

Aaron ya sabe lo que es triunfar, pues hace un par de meses gritó campeón en el XIV Concurso Nacional de Ballet Infantil y Juvenil, además de ser premiado y destacado por diversas obras.

Es una de las grandes promesas mexicanas del ballet. 

Para conseguir triunfos en una disciplina tan compleja y estigmatizada como el ballet, se necesita de mucho apoyo, sobre todo familiar.

Magda, su madre-abuela, tomó una sabia decisión al dejarlo bailar, sin escuchar los prejuicios y estereotipos que hoy tendrían a Aaron quién sabe dónde. 

Fuente: http://www.upsocl.com