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No hay mayor ladrón de tu energía que un espacio desorganizado y lleno de basura. Así que… limpia, elimina y simplifica.

¿Habías pensado en que lo que hay a tu alrededor, perjudica en grave medida tu energía?

Aquí te dejamos algunos tips:

Las toxinas de la casa son:

Objetos que ya no utilizas, ropas que no te gustan o no utilizas hace tiempo, cosas feas, cosas rotas, viejas cartas, notas, plantas muertas o enfermas, recibos/periódicos/revistas antiguos, remedios vencidos, medias viejas con huecos, zapatos estropeados, cachivaches de todo tipo que te llaman al pasado.

Mira que loco:

En el sótano o azotea, los trastes se vuelven sobrecarga; en la entrada restringen el flujo de la vida; empilladas en el piso, nos jalan hacia abajo; encima de nosotros, son dolores de cabeza; sobre la cama, contaminan el sueño; esparcidas por la casa, atiborran la vida.

Con el desapego:

La salud mejora, la creatividad crece, las relaciones mejoran, hay mayor capacidad de raciocinio, leveza en el espíritu y el humor.

Preguntas que ayudan al desapego:

¿Por qué estoy guardando eso? ¿Será que tiene que ver conmigo hoy? ¿Qué sentiré al liberar eso? Haz montones por separado: para donar, para botar, para vender.

La limpieza de adentro refleja la de afuera:

Líbrate de bullas, de luces fuertes, de colores vibrantes, de olores químicos, de revestimientos sintéticos, de lo que trae recuerdo triste, termine proyectos inacabados.

Cultive energía positiva en su casa, haga limpieza general y utilice cajas para organización: basura, arreglos, reciclaje, en duda, regalos, donación, vender. Empiece por cajones y armarios y concluya cada pieza, haga todo en tu ritmo…

Mientras ordenas, observa las mudanzas aconteciendo en ti. ¡A medida que limpiamos nuestra casa física, también colocamos en orden nuestra mente, y corazón. No se apegue a nada. Si empiezas a desapegarte, una tremenda liberación de energía acontecerá dentro de ti.

La energía que estaba envuelta en el apego a las cosas, traerá un nuevo amanecer a tu ser, una nueva luz, una nueva comprensión, un tremendo desapego.

Visto en El Librero de Gutenberg.

Redacción: La cafeína de sus ojos.